Dr. Ricardo Boland
Pesidente AAOMM 1990/91

Mi designación como Presidente de la Asociación Argentina de Osteología y Metabolismo Mineral se concretó no mucho tiempo después de su creación, de la cual soy socio fundador. Ejercí la presidencia de la AAOMM durante 1990-1991, continuando las gestiones de los Dres Rodolfo Puche, Carlos Mautalen y Eduardo Wyse. Durante la gestión de este último por causas que desconozco se había extraviado documentación, que luego apareció, indispensable para el normal funcionamiento de la sociedad. Es axial que en el momento de iniciar las gestiones no se disponía de libro actas ni balance de ingresos y egresos, el nivel de recursos económicos era inexistente y tampoco se contaba con un listado completo de socios de la AAOMM. Supongo que esto puede a veces ocurrir durante las etapas de organización de una sociedad a pesar de la voluntad y entusiasmo de los protagonistas responsables de su conducción. Desde la perspectiva actual no tiene sentido identificar las causas que originaron dicha situación. Como consecuencia de este hecho, la primera parte del periodo 1990 de la presidencia fue destinada a recuperar libro de actas, memorias y balances, poner al día la nomina de socios, y –last but not least– teniendo en cuenta la carencia absoluta de fondos, a implementar medidas de emergencia para obtener un presupuesto mínimo que permitiera organizar la VII Reunión Anual de la AAOMM. Debo mencionar los esfuerzos y valiosa colaboración de los miembros de la Comisión Directiva Dres. Luis María Fernandez, Ana Russo de Boland, Juana Selles y Mario Skliar, de Bahía Blanca, y de los Dres. Zulema Rubin y Gualterio Ghiringelli de Buenos Aires.

La VII Reunión se realizó en la Fundación Favaloro en Buenos Aires, lugar accesible a la mayoría de los socios, institución que nos cedió su auditorio gratis. Los gastos de impresión del libro de resúmenes fueron sufragados por la editorial del diario La Nueva Provincia de Bahía Blanca al igual que los afiches. Los aranceles de inscripción y cuotas societarias fueron apenas suficientes para hacerse cargo de otros gastos. Esta reunión representa en mi opinión un punto de inflexión en la temática abordada en los congresos de la AAOMM, ya que a los programas que hasta ese momento prevalecían los estudios clínicos, se incorporó una mayor proporción de trabajos básicos relacionados con el metabolismo mineral y hueso. Dentro de este contexto, además de charlas de investigación clínica se incluyeron en el congreso de Buenos Aires varias comunicaciones con información celular, bioquímica y molecular y una conferencia plenaria de la Dra. Mirtha Flawia del Instituto de Ingeniería Genética y Biología Molecular (INGEBI) sobre Receptores Acoplados a Proteínas G. Esta tendencia se fue consolidando en las presidencias siguientes estableciéndose así un feed-back entre ambos enfoques altamente enriquecedor, siguiendo el modelo de los meetings de la American Society for Bone and Mineral Research (ASBMR). También se ha visto reflejado en el otorgamiento de premios tanto en las áreas básicas como clínicas.

Mientras tanto se iniciaron contactos con varias industrias farmacéuticas en búsqueda de fondos para constituir un presupuesto adecuado para cubrir gastos regulares de funcionamiento de la AAOMM durante el segundo año de mi presidencia y especialmente a programar la VIII Reunión de la sociedad. Cuatro industrias respondieron generosamente lo cual facilitó la organización del evento y potenció nuestros ánimos para intensificar los esfuerzos. Se decidió llevarla a cabo en Bahía Blanca, siendo su sede la Universidad Nacional del Sur. Independientemente de que la mayoría de los integrantes de la Comisión Directiva pertenecía a esta ciudad, el objetivo principal era promover en las comunidades universitaria y medica local la actualización e interés en el metabolismo mineral, biología ósea y osteopatías, que estaban rezagados con respecto a Buenos Aires y Rosario.

Para esta VIII Reunión se asignó una suma apreciable de fondos para otorgar becas completas que posibilitaron la participación de investigadores jóvenes de todo el país. Para las conferencias, simposios y mesa redondas que abarcaban temas clínicos, fue necesario utilizar el Salón de Actos del Rectorado de la Universidad, debido a una significativa concurrencia de médicos. Los tópicos básicos se desarrollaron en la “Sala de Situación” del mismo edificio. Philip Bonjour de Basilea, Suiza, pronuncio la conferencia central.

En conclusión, considero la Presidencia de la AAOMM una experiencia sumamente gratificante que acentúo mis vínculos con distinguidos colegas y jóvenes investigadores en la especialidad, y me dio la oportunidad de adquirir experiencia en la conducción de una sociedad científica. Pienso que esto último fue invaluable cuando posteriormente me tocó presidir la prestigiosa Sociedad Argentina de Investigación en Bioquímica y Biología Molecular (SAIB), de mayor envergadura y complejidad en sus relaciones internas. 

Dr. Ricardo Boland